- Recuerda mantener la espalda recta. - le estaba diciendo Mileya.- La postura es importante.-
- ¡Pero deja ya de decirme lo que tengo que hacer!- le respondió Selim, airado.- Soy mejor que tú en la magia, y lo sabes.-
- Ya, pero me aburro...- suspiró Mileya, dejándose caer sobre su cama.
- Yo también- admitió Selim, dejándose caer en la cama junto a Mileya.
Y era verdad, se aburrían. Hacía poco que sus padres habían ocupado el trono de La Tierra Del Gran Río, y hasta entonces habían estado entretenidos con la organización del señorío, la presentación al pueblo, y cosas así. Pero después de un par de semanas todo eso estaba ya solucionado de sobra, y ni siquiera practicar magia les entretenía más de un par de minutos.
- Deberíamos hacer algo interesante por una vez- dijo Mileya. - Ya sabes, algo que no hayamos hecho antes.
- Claaaro - le respondió Selim en tono sarcástico - ¿ Y qué vamos a hacer, matar a alguien?- Se interrumpió al ver que Mileya se había quedado muy pensativa. Demasiado pensativa.- Mileya, que no iba en serio, no estarás pensando en matar a alguien...- en vista de que Mileya seguía sin responder, Selim optó por zarandearla mientras gritaba:- ¡Mileya! ¡Mileya! ¡No mates a nadie!-
Y por fin Mileya respondió.
- ¡Que no voy a matar a nadie, tonto!- le dijo en el mismo tono- Que no estoy tan loca- concluyó apartándolo de un empujón.- En realidad, estaba pensando en algo mejor...- añadió en tono misterioso y, acto seguido, susurró algo al oído de Selim.
;):)
Cuatro sombras caminaban en silencio, muy pegadas al muro del castillo. La luna llena brillaba grande y clara en el cielo. Un lobo aulló a lo lejos, sobresaltando a una de ellas.
- Esto no me gusta.- murmuró.- Empiezo a pensar que ha sido un mal plan.
sábado, 26 de julio de 2014
Capítulo 4
viernes, 25 de julio de 2014
Capítulo 3
martes, 22 de julio de 2014
Capítulo 2
- No puedes volver a quedarte embobada mirándole otra vez, Mileya.- le decía Selim.
- Ya, pero es que no puedo evitarlo.- le respondía Mileya- Es que es tan guapo...- añadió.
No era la primera vez que repetían aquella conversación. Estaban en la habitación de Mileya, donde sabían que nadie les molestaría. Estaban hablando sobre el secreto de Mileya, sobre su amor imposible, sobre un secreto cuyo descubrimiento podía costarles muy caro a los dos.
Ese secreto se llamaba Lucas.
Porque así había sido la vida de Mileya. Había estado enamorada desde que podía recordar, aunque al principio no se había dado cuenta. Solo cuando Selim ya era lo bastante mayor como para poder tomarla en serio, se encerró con él en su cuarto, respiró hondo y le contó una verdad que no había sabido ver hasta ese momento.
Que estaba enamorada de su propio hermano.
Desde entonces Selim ayudaba a Mileya cuando se quedaba mirando a Lucas como una boba, o cuando se ponía a pensar en sus cosas y se olvidaba de todo. Mileya le estaba muy agradecida, por todo, tanto como por guardar su secreto como por ayudarla.
Porque la verdad es que Mileya siempre había necesitado ayuda, por diversas cosas, pero sobretodo por Lucas. Mileya era una persona distraída por naturaleza, pero si a eso se le añadía el hecho de que estaba profundamente enamorada de su hermano... pues se liaba parda.
Capítulo 1
;):)
Mileya se había quedado embobada otra vez mirando a Lucas, su hermano mayor, mientras sus padres daban un discurso al pueblo. Sus padres, el rey Nikolás y la reina Laura, gobernaban La Tierra Del Gran Río, aunque en realidad no se llamaba así, tenía otro nombre, pero todo el mundo le llamaba La Tierra Del Gran Río, debido al río que cruzaba dicha tierra. De hecho, tanta gente la llamaba así que nadie se acordaba ya de su verdadero nombre.
- Mileya, ya nos vamos- le susurró entonces su hermano pequeño Selim, devolviéndola a la realidad. Nikolás y Laura ya habían terminado el discurso y se disponían a irse, dando por concluida la velada. Mientras volvían al castillo, Mileya no pudo evitar pensar en lo que habría ocurrido si su hermano no la hubiese avisado. Seguramente, todos se hubieran ido, mientras ella se habría quedado allí como un pasmarote. Pero eso tampoco hubiera sido para tanto. Prefería mil veces pasar vergüenza antes de que descubrieran su secreto... Aquel secreto que solo sabían dos personas en el mundo: su hermano y ella misma.